Sacate el permiso de conducir tus manos por mi cuerpo.
Me vas a tener que perdonar, pero me importa muy poco lo que te pongas si luego te lo voy a quitar. En esta habitación me sobra de todo menos tú. Así que deshazte de todas las cosas que tengas, y tíralas donde no pueda verlas. A ti no sé, pero a mi suelo le combina de puta madre el color azul de tu camiseta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario